La iluminación natural también influye en tu estado de ánimo.
Una casa bien iluminada no solo se ve mejor, también se siente mejor.
La forma en que entra la luz natural en un espacio puede cambiar tu energía, tu ánimo y hasta tus pensamientos sin que lo notes del todo. Pequeños ajustes pueden tener un gran impacto en cómo vives tus días.
La arquitectura emocional no es un concepto nuevo. Desde hace décadas se sabe que el diseño influye en las emociones, y la iluminación es uno de los factores clave.
Estudios como el de Boubekri et al. (2014) señalan que las personas con mayor exposición a luz natural durante el día reportan niveles más bajos de estrés y una mejor calidad de sueño.
Además, en neuroarquitectura, la luz se considera un elemento regulador del ritmo circadiano, lo que conecta directamente con la sensación de bienestar general.
Tips prácticos: 3 formas de mejorar la luz natural en casa
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Coloca espejos frente a ventanas
Reflejan la luz y la amplifican, ayudando a iluminar zonas que normalmente quedarían en sombra.
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Usa cortinas de tela ligera
Los materiales semitransparentes permiten el paso de la luz sin perder privacidad.
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Opta por paredes en tonos claros
Blancos, cremas o grises suaves reflejan mejor la luz, y dan una sensación de amplitud y frescura.
Conclusión
La luz que entra por tus ventanas puede parecer un detalle… hasta que dejas de tenerla.
No se trata de derribar muros, sino de ajustar lo necesario para que tu espacio te ayude a sentirte mejor cada día.
En Tsuk Estudio creemos que el equilibrio también empieza por la luz.
¿Y si tu casa pudiera cambiar tu estado de ánimo con solo unos ajustes?
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