Muchos papás implementan el método Montessori en casa a través de materiales didácticos, rutinas o actividades. Pero un detalle clave suele quedar fuera:
el espacio también educa.
🧠 El entorno como maestro silencioso
María Montessori fue clara:“El niño se construye a sí mismo a través del movimiento libre en un ambiente preparado.”
Eso significa que cada estante, cada silla, cada rincón de la casa influye directa o indirectamente en su desarrollo.
Cuando un niño necesita ayuda para alcanzar algo, abrir un cajón o sentarse, se interrumpe su autonomía. Y con ella, la posibilidad de aprender por sí mismo.
🔍 Señales de que el entorno no está alineado con su desarrollo:
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Todo está fuera de su alcance
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No tiene un espacio definido para sus cosas
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Necesita ayuda constante para usar lo que hay en casa
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El orden depende de un adulto, no de un sistema que pueda entender
🛠️ Cómo adaptar tu casa al ritmo de tu hijo
No necesitas remodelar toda tu casa. Solo cambiar la intención de algunos espacios:
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🪑 Escala adaptada: muebles a su altura, estantes bajos, espejos colocados a nivel del niño.
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📦 Orden visual: materiales visibles y clasificados por categoría. Menos es más.
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🌱 Estéticamente calmado: tonos neutros, luz natural, pocos estímulos.
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🧴 Accesibilidad real: ganchos bajos, cestos accesibles, interruptores y lavamanos adaptados.
🌟 Beneficios inmediatos:
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Mayor independencia desde etapas tempranas
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Desarrollo de la voluntad y la toma de decisiones
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Autoconfianza
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Participación más activa en la vida del hogar
📖 Lee el artículo anterior:
“El entorno en el que crece tu bebé también impacta su desarrollo”
🔜 Y prepárate para el siguiente:
“Del cuarto de juegos al cuarto de vida: diseñando espacios que potencian su identidad”
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